Parto como experiencia vital
Gestar, parir y nacer son procesos involuntarios, ocurren sin tener un control consciente sobre ellos, simplemente suceden, como respirar o hacer la digestión.
Consideramos el proceso del parto como una puerta que se abre hacia una misma. Un momento único e irrepetible en la vida de una mujer. Una oportunidad de empoderase para comenzar una crianza llena de confianza y amor hacia tu bebé y hacia ti misma. El parto, con toda su intensidad, nos lleva a un estado alterado de conciencia, a un lugar límite de nuestros cuerpos, donde la fragilidad y la vulnerabilidad nos pueden asustar y hacer vivir una experiencia que nos acerca a la muerte… para volver a nacer, como mujer- madre.
El “arte de parir” consiste en relajarse , respirar, confiar en el cuerpo, olvidarse de la mente y dejar que el instinto se apodere de t, dejando que el cerebro reptiliano de mamífera se exprese. Aceptar lo que venga y entregarse ante ese proceso involuntario que nos lleva al encuentro con nuestras criaturas.
La normalidad en el proceso de parto es muy amplia, cada mujer y su bebé tienen su manera de trascenderlo. Respetar los tiempos que ambos necesitan y confiar en la fisiología del parto es la manera mas saludable, física, psicológica y espiritualmente de acompañar a una mujer que está pariendo. Por eso, la mujer que está pariendo merece ser PROTEGIDA, escuchada, respetada y acompañada con sumo cuidado y confianza.
Tu cuerpo tiene ya todo el potencial y conocimiento que necesitas para gestar, parir y alimentar a tu bebé. Este conocimiento es instintivo, se encuentra en los genes y siempre ha estado desde el mismo instante en que fuiste concebida.
Janet Balascas “Yoga Embarazo y Nacimiento”
El dolor como aliado
En nuestra sociedad, existe un gran miedo a parir por los grandes dolores que hay que soportar, como si de una penitencia se tratara. Crecemos con la idea de que el dolor del parto supone un sufrimiento inmenso, y que necesitamos ser anestesiadas para poder parir a nuestras crías. Cierto es, que la intensidad de las contracciones del parto siempre van a más, pero también es cierto que la disminución de la ansiedad y el miedo, aumenta la capacidad de las mujeres para afrontar las fuertes sensaciones del proceso de parto.
La eliminación del miedo tiene en sí mismo un efecto analgésico.
Dick Read.
Se trata de un dolor cambiante, progresivo, que no es contínuo. Nuestro cuerpo se va preparando poco a poco y se adapta al trabajo intenso de parir. Tras las oleadas de oxitocina, nos invade la balsa de endorfinas, que durante varios minutos nos permiten relajarnos, descansar y así coger fuerzas para recibir la siguiente ola.
El dolor no siempre implica sufrimiento.
El dolor nos habla, nos trae información muy valiosa, si lo escuchamos nos guía en el trance, nos dice qué posiciones adoptar para sentirnos mas aliviadas y facilitar el progreso del bebé por su camino a través de la pelvis. Nos conecta con nuestro bebé y nos ayuda a trabajar en equipo con él.
Las mujeres somos totalmente capaces de sostener y soportar la intensidad de las contracciones de parto si nos sentimos libres, en un ambiente seguro y tenemos un acompañamiento adecuado.
El arte de acompañar
Acompañar un parto se hace con y a través de los sentidos. Acompañamos el dolor de parto desde el poder que significa parir, pues aprendimos que la mujer que está pariendo no necesita que se compadezcan de ella, sino que la alienten en su proeza. Acompañamos desde la plena confianza en la fisiología y la naturaleza mamífera de los cuerpos para parir y en la sabiduría ancestral de las criaturas para nacer. Nos gusta acompañar desde el silencio, observando, sin prisas, escuchando la voz y la respiración, dando tiempo a que cada mujer y cada bebé encuentren su manera de hacer y su propio ritmo.
Parir forma parte de la sexualidad femenina, y es un proceso que requiere de una gran intimidad. Nuestra misión como matronas es proteger ese ambiente íntimo y acogedor, para que la mujer pueda expresarse en su máxima libertad, atendiendo a las necesidades individuales de cada una.
Cada mujer siente alivio del dolor de forma diferente. Trabajamos con recursos internos, propios de cada mujer como la respiración, libre movimiento, voz y canto así como otros recursos externos como el apoyo emocional, sostén físico (foulard, sillas, swiss ball), masajes, calor local, agua caliente e inmersión en la piscina de partos.
Nos ayudamos de la tecnología (doppler fetal) para facilitar la escucha del latido del bebé y valorar con precisión el bienestar fetal. Asegurando siempre el bienestar del bebé y de la madre, el tiempo no influirá en la normalidad del proceso de parto. El bienestar del bebé se valora mediante la auscultación intermitente e interpretación de su frecuencia cardiaca, y el bienestar de la madre mediante la toma de constantes vitales (TA, Temperatura, FC) y observación de su comportamiento.